domingo, 2 de junio de 2013

Ana - Amores enigmáticos

Ando por la calle, ilustre señor me llama,
caigo cautiva de sus labios, siento que sus ojos me llaman,
cenizas dentro de mi corazón, no hacen más que prender fuego,
su forma de hablar, me hizo pensar en el cielo.

Esa destreza para hacerme caer en sus brazos,
esa maestría con la que me acariciaba,
siento que no puedo, que me están engañando,
pero su boca poco a poco me besaba.

Esa delicadeza, me hizo olvidar el presente,
él me robo un beso, muy delicadamente,
caí presa de su encanto, su cariño me llevó al cielo,
sentí que sobre mí, solo había luceros.

Me desperté, todavía un poco flechada,
la luna no podría describir, aquella noche apasionada,
en la que una sombra del amor, me robó un beso,
volver a vivirlo ahora es el mayor de mis deseos.

Un chaval sin identidad, aunque aparentemente simpático,
tras ese beso se fue bajo la lluvia,
yo todavía soñando en ese amor enigmático,
dejé que mi vista se tornara turbia. (x2)

Semanas después, buscando a aquel joven seguía,
aquel que me hechizó en una noche de primavera,
una noche de lluvia, bajo las estrellas,
identidad sin identificar, identificar a mi chico yo quisiera.

Unos días pasaron, cuando de repente algo la atención me llama,
pasó un chico misterioso, con una gorra y unas gafas,
¿No era aquel acaso, el que yo buscaba ansiosamente?
¿No era aquel acaso, el que hizo volar mi mente?

No esperé siquiera, a que notara mi presencia,
corrí hacia él, le llamé, se giró, los nervios me atormentan,
nos miramos fijamente, nos miramos a los ojos,
acepto que yo de él tenía antojo.

No sabía que decir, el corazón me latía con fuerza,
él parecía tranquilo, admiraba su belleza,
me cogió de la mano, le abracé suavemente,
nos dejamos llevar por el momento, nos acercamos lentamente.

El contacto de sus labios en los míos, eso era un sueño divino,
a él le dedicaría hasta el último de mis suspiros,
a las rosas las espinas le quitaría solo por verle feliz,
porque con él el amor llegué a sentir.

Un chaval sin identidad, aunque aparentemente simpático,
tras ese beso se fue bajo la lluvia,
yo todavía soñando en ese amor enigmático,
dejé que mi vista se tornara turbia.

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